De las infinitas formas de expandir mi ser, las clases de indoor es una de mis favoritas. Ver cómo mi vida tanto de rider, como de coach ha impactado notoriamente de manera positiva en mi crecimiento y en el de los riders es impresionante. Es verdaderamente descabellado como es que la evolución de nuestra luz y consciencia vaya tanto de la mano con el movimiento y el gozo de nuestro cuerpo, de nuestro templo. Qué mejor forma de expresarte y dejarte ser que a través de llevar tu cuerpo al límite, explorando y experimentando nuevas cosas que te llevan a descubrir partes de ti que pensabas no tener, lo mágico que es conectar no solo con tu cuerpo ni con la música, si no con tu corazón, mente y espíritu y ver toda la belleza de la vida manifestada en enseñanza y crecimiento a través de los retos a lo largo de una clase. Existe una infinidad de sentimientos encontrados en cada clase que son el claro ejemplo de las subidas y bajadas en la vida, de los cambios que justo son el inicio de nuestra revolución. Miedo, frustración, dudas, coraje cuando el resultado no cubre las expectativas. Inquietud, decepción, no saber si realmente estamos en el camino correcto, ganas de tirar la toalla. Pero también surge la perseverancia, esa que nos acompaña a lo largo de todo el trayecto, esa que nos impulsa a usar cada recurso al máximo aunque la mente nos de a entender otra cosa, surge ese gozo que nos permite vivir presente y disfrutar cada segundo de la clase independientemente de cual sea el resultado, el gozo de felicitar y acompañar cada paso que mi cuerpo y que yo estoy dando día con día así las cosas no resulten como esperaba, la felicidad, la emoción de ser testigos de nuestro propio crecimiento. Y es que es a partir de ahí donde todo cambia, donde la perspectiva ya no es la misma, donde nos ponemos otros lentes que nos permiten vivir y experimentar cada momento en consciencia, donde el miedo o la frustración ya no es un impedimento sino un impulso, y sin darme cuenta todo eso que trabaje en una clase, lo empiezo a aplicar en mi día a día. Que mágico que el movimiento de nuestro cuerpo y la adaptación de este nos alinee poco a poco con nuestro ser más auténtico. Soy fiel creyente de que cada persona posee una luz inigualable y que solo quien cree en ella está destinadx a descubrirla. Qué mejor manera de encontrarla que a través de todo lo que nos mueve, qué mejor manera de encontrarla que a través de lo que nos apasiona.
IG: @ivannacontreras